Como es habitual, Hollywood imprime laleyenda y obvia los hechos y la
verdad a la hora de contar una buena historia. Así lo hicieron en el
caso de Rob Roy, como en tantas otras ocasiones. Pero curiosamente la
fantasía y la leyenda acerca de este personaje se empezaron a moldear
mucho antes de que Hollywood pusiera sus manos sobre él.
Rob Roy, el Robin Hood escocés
Para entender el fenómeno Rob Roy, hay que situarse antes en
contexto: en las Tierras Altas de Escocia durante los siglos XVIII y
XIX. Nos encontramos en una época donde los escritores tienen un
enorme cariño por personajes transgresores. Se tiende a idealizar a
los bandidos y forajidos, hay gusto por la rebeldía e incluso una
tendencia a justificarla. Además, Inglaterra tenía desde hacía mucho
tiempo uno de los forajidos más popularesde todos los tiempos:
Robin Hood.
La historia del arquero que robaba a los ricos para dárselo a los
pobres es de las más famosas y más queridas, incluso a día de hoy, y
no solo en Inglaterra. Según los historiadores, poco hay de cierto
en las historias que enfrentaban a ese Robin oculto en el bosque de
Sherwood con el sheriff de Nottingham. Esto no ha sido impedimento
para que muchos aun piensen que se trata de un personaje real. En
cambio, sí sabemos que Rob Roy existió.
Sin embargo, lo que conocemos hoy en día acerca de él, nos hace
pensar que no era el héroe que la gente creyó que fue.
¿Quién fue Rob Roy realmente?
Robert McGregor era el prototipo de un escocés de las Highlands: un
corpulento guerrero pelirrojo que iba con su kilt a todas partes.
Fue este pelo tan característico el que le ganó el apodo de
Roy, que hace referencia al rojo, siendo
Rob el diminutivo de Robert.
Rob Roy nació en las
Highlands
en la segunda mitad del siglo XVII. Era miembro de uno de los clanes
de la Tierras Altas más conflictivos de su época: el
clan McGregor. Los McGregor actuaban como
una especie de mafia de entonces. Ofrecían protección a los
granjeros, y les aseguraban que nadie robaría su ganado. Cuando los
granjeros no les pagaban, ellos mismos robaban sus vacas. Con el
paso del tiempo Rob Roy cambió su modelo de negocio y se dedicó a la
compra-venta de ganado. Su terreno estaba justamente entre dos
poderosas casas rivales: Montrose y Argyle. Y Rob Roy vio una
oportunidad para conseguir dinero extra gracias a esta tensión entre
uno y otro: causar altercados entre ambos para conseguir beneficio
propio.
Años de forajido
Rob Roy pidió un préstamo al duque de Montrose de nada menos que
1000 libras, una cantidad enorme para la época. Su negocio se estaba
resintiendo y pensó que lo mejor para salir adelante era este
préstamo. Lamentablemente para él, la caída de precios en el mercado
de ganado en 1712 fue terrible, y Rob Roy perdió gran parte de su
capital.
Marchó hacia el norte sin haber saldado la deuda, intentado arreglar
la situación. Al volver se encontró con que sus tierras habían sido
embargadas y su familia desahuciada. ¿Qué hizo entonces?
Convertirse en un ladrón de ganado, siendo
su principal víctima su antiguo benefactor, el duque de Montrose. Y
para buscar protección, en una hábil jugada, Rob Roy buscó asilo en
las tierras del duque de Argyle, el enemigo y rival de Montrose.
Aun así Rob Roy tenía cargos de
bancarrota fraudulenta, y a estos se le
añadieron los de traición a la corona. Se le vio “combatiendo” junto
los insurreccionistas jacobitas que intentaron sin éxito poner a un
Estuardo de vuelta en el trono, de moda hoy por la serie Outlander.
Combatiendo entre comillas, porque varios testimonios de la época
lamentan que Rob Roy llegara al campo de batalla un poco tarde, más
a saquear cadáveres que a luchar. Además, quién era su nuevo
protector, el duque de Argyle, estaba en contra de los jacobitas y
de parte del gobierno. Se especula con que tal vez Rob Roy actuó
como agente doble, aunque esto no ha sido demostrado.
Rob Roy tuvo la suerte de convertirse en leyenda cuando aún vivía.
Fue capturado varias veces y la en la última ocasión parecía que no
conseguiría escapar.
Por suerte para él, un
escritor anónimo (para algunos Daniel
Defoe, el autor de Robison Crusoe, aunque se ha descartado en la
actualidad esta hipótesis), publicó en 1723 : “El renegado de las
Highlands”. Una versión idealizada del forajido pelirrojo que sirvió
para que el rey Jorge I le concediera el perdón justo antes de
enviarlo a Barbados de prisionero. Durante la última etapa de su
vida se retiró a vivir cómodamente. De estos últimos años de su vida
no se conoce ningún altercado, más allá de algún duelo ocasional.
Rob roy y Walter Scott
Sin duda, lo que inmortalizaría a Rob Roy y ha servido para llevarlo
a Hollywood fue la novela del mismo nombre:
Rob Roy que publicó Walter Scott en
1818. El aclamado y queridísimo escritor escocés se tomó las
licencias que quiso para retratarlo de forma heroica.
Sin embargo, esto no es monopolio ni de Walter Scott ni de
Hollywood. Shakespeare ya escribía obras demonizando a reyes
escoceses para contentar a la corona inglesa.
Walter Scott amaba la cultura de las Highlands
y a falta de un héroe, lo creó basándose en lo poco que se sabía de
la figura de Rob Roy.
Resumiendo, el Rob Roy original quizás no estuvo a la altura de la
pureza y moral propia de sus obras de ficción. Pero es sin duda un
personaje de interés. Era una
persona culta, muy alejado de la imagen bárbara
que adopta a veces en el imaginario colectivo. Vivió un período
difícil en Escocia, tal y como fueron los alzamientos jacobitas y
supo sortear este problema con gran habilidad. Escapó de prisión una
vez, y en el momento que parecía atrapado y sin salida se le indultó
por aclamación popular.
Finalmente, sirvió de inspiración para crear al heroico forajido
escocés que se necesitaba en la cultura popular de Escocia. Si
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